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La dislexia como problema de aprendizaje en niños
La dislexia es una alteración del neurodesarrollo, considerada como Trastorno Específico del Aprendizaje. Según estudios de Shaywitz, la dislexia tiene una prevalencia del 4% y el 17% de la población. El cerebro del niño no es una réplica del cerebro del adulto en miniatura, sino que es un cerebro en continuo desarrollo, con un crecimiento a veces vertiginoso, y sujeto a un sinfín de modificaciones y conexiones debidas a la continua estimulación que le proporciona el entorno en el que se desarrolla.
Es fundamental conocer el desarrollo del sistema nervioso y sus diferentes etapas para comprender los déficits que pueden aparecer por un desarrollo anormal del cerebro o a causa de daños en el mismo a edades tempranas. Dependiendo del momento en el que se produzcan estas anormalidades o daños (durante el embarazo, en el periodo perinatal o en el transcurso de la infancia), sus repercusiones variarán.
Algunos de los trastornos incluidos en esta clasificación pueden solucionarse completamente mediante una intervención adecuada. Otros son crónicos, pero en este caso también es fundamental una correcta intervención, ya que es posible mitigar en mayor o menor grado y, en algunos casos, incluso eliminar, las consecuencias negativas o síntomas producidos por el trastorno en cuestión.
Señales que avisan de problemas de dislexia en niños
Los rasgos más característicos de la dislexia en los procesos de enseñanza y aprendizaje:
1. En la comunicación oral
Necesidad de repetirse varias veces la información específica, tecnicismos, números u otro tipo de datos concretos, que no afectan a la comprensión global del discurso pero sí a la especificidad técnica del mensaje.
Utilización de borradores constantemente e incluso con palabras simples debido a que cuesta retener la información en un primer momento (memoria de trabajo).
Necesidad de corroborar la idea o el tema principal del que se está hablando.
2. En la lectura
Evita leer, escribir o hacer cálculos matemáticos.
Sensación de fatiga ante las tareas de lectura.
Lentitud y poca precisión en la lectura.
Escasa comprensión lectora que decrementa cuando el léxico es técnico o poco frecuente.
3. En la escritura
Dificultad para trasladar el pensamiento oral a escrito al redactar un texto, organizar ideas y estructurar el contenido.
Dificultad en el acceso al vocabulario. Cambios en el léxico, una palabra por otra referente a objetos, conceptos y/o personas.
Faltas de ortografía, sustituciones, inversiones y omisiones.
Dificultad para encontrar y corregir una palabra que está mal escrita.
Emplea mucho tiempo para transcribir apuntes.
Redacción pobre, sin utilizar signos de puntuación o colocando éstos en lugares incorrectos.
Falta de cohesión entre las ideas.
Cada niño con problema de aprendizaje necesita una terapia personalizada
Las habilidades cognitivas no son homogéneas en una misma persona, pero si tras un desarrollo apropiado existe un área particularmente deficitaria, nos referimos a un problema específico en el aprendizaje. Se caracteriza por un rendimiento académico sustancialmente por debajo de lo esperado dadas la edad cronológica del sujeto, la medición de su inteligencia y una enseñanza apropiada para su edad. Interfieren significativamente en el rendimiento en la escuela, dificultando el adecuado progreso del niño y la consecución de las metas marcadas en los distintos planes educativos.
La neuropsicología como herramienta de trabajo
La meta de la rehabilitación neuropsicológica es mejorar el desempeño funcional de una persona y compensar los déficits cognitivos resultantes de un daño cerebral con la finalidad de reducir las limitaciones funcionales, aumentando la habilidad de las personas para realizar actividades de la vida diaria (Bernabéu & Roig, 1999). El propósito final es la mejora de la calidad de vida de las personas (Christensen, 1998; Prigatano, 1984; Sohlberg & Mateer, 1989).
Las operaciones cognitivas están interrelacionadas y son interdependientes en un nivel anatómico cuando han de darse respuestas funcionales. Implican múltiples tipos y niveles de procesamiento. Cuando una actividad externa o interna se lleva a cabo se combinan redes neuronales de mundo pequeño, bien de manera modular o a través de redes a gran escala. Estas combinaciones reclutan procesos neuropsicológicos específicos que son llevados a cabo para la ejecución: desde el reconocimiento visual a los procesos de iniciación de la conducta (automáticos o no), el control de impulsos, o el desarrollo de estrategias metacognitivas que planean un comportamiento. Por lo tanto, desde un punto de vista aplicado es lógico formular actividades de rehabilitación que cubran todo el rango de procesos, de manera discreta pero también holística.
La rehabilitación ayuda a los pacientes y a sus familias a adaptarse a la nueva condición con el fin de mejorar el nivel de funcionamiento general de las personas.