Reeducar la VISTA para mejorar la VIDA
Parece un consejo sacado de una novela en la que hablara un monje tibetano, pero aunque así fuera, es un consejo de un valor enorme, mucho más importante de lo que la mayoria de las personas pudieramos pensar.
La ansiedad, el estrés, la vida occidental y moderna demasiado agitada, falta de descanso, alimentación poco saludable, … estamos inmersos en un mundo tecnológico pero al mismo tiempo perjudicial debido a muhos hábitos que vamos adquiriendo. Quizá te hayas dado cuenta de esto: cuando ese estrés se muestra en fase aguda ves peor, más borroso, con menos nitidez. Tu campo visual, como tu vida misma, se contraen, se contracturan, se estrechan. Igual que respiras peor, tienes el pulso alterado, tu piel se torna más opaca… tus ojos pierden visión.
Todo esto tiene mucho sentido, en realidad si lo pensamos y analizamos con calma podemos deducir que todo lo qeu nos rodea y como nos comportamos tiene relación y todo deja marcas o secuelas en nuestra salud al cabod el tiempo.
Casi todos los problemas de la vista se deben a las tensiones emocionales
En un 90% de los casos, está relacionado el problema visual con una situación emocional grave. Ante un estado de tensión mantenido en el tiempo prolongadamente, los órganos terminan cambiado la forma y se llega a alterar la visión. La miopía es, a veces, consecuencia de esa tensión, de esa opresión.
Los talleres de estos ‘educadores visuales’ enfatizan, precisamente por esto, la calma, la quietud, el equilibrio, la risa, el juego. Y, desde luego, la consciencia llevada a la vista, puesta en la mirada.
Si practicas yoga, entenderás perfectamente estos principios que marcan y determinan esta nueva forma de ver tal como ven el mundo un águila o un halcón. ¿Crees que nos sobrevuelen con estrés?
Nosotros potenciamos y trabajamos sobre tres principios de acción
1.- CENTRALIZACIÓN: O podíamos llamarlo, ‘ concentración’. Concentración a la hora de mirar. Imagina que te presentan a alguien; si miras su cara por partes, por detalles, la recordarás mucho mejor que si la pretendes captar toda de una vez; la recordarás, en este caso, como en una nebulosa, difusa, difuminada. Céntrate en mirar cuando mires.
2.- MOVIMIENTO: Los ojos siempre están en movimiento; incluso, como sabes, cuando duermes. Moverlos es señal de vida; un ojo parado, en cambio, es un ojo muerto. Los ejercicios de los talleres de educación visual te hacen activar tus ojos para activar, refrescar y rejuvenecer tu mirada. Así, con ojos entrenados con su correspondiente ‘sesión de gimnasio’, verás mucho más, más agudamente.
3.- RELAJACIÓN: Lo hemos dicho antes: la tensión dificulta la nitidez. Un estado de ansiedad recorta tu visión. Una vista relajada es una vista penetrante y eficaz. “La rigidez -asegura Sol Mangada- no lleva nunca a buenos términos. Todo lo rígido, cuando haces fuerza, se rompe”. Ser flexible, hasta en el modo de mirar, es una garantía de éxito.
Las prácticas de los talleres visuales se centran en estos principios de actuación, insistiendo, particularmente, en “la importancia del parpadeo y la respiración”. Son muchas las que encontrarás (algunas las acabas de leer); aquí, ahora, te mostramos un vídeo con uno de los ejercicios más significativos (el profesional que lo dirige es Maurizio Cagnoli). Todos, sin excepción, cumplen una premisa: te harán sentir bien.